Conversaciones sobre Finanzas en la Famila - ¿Qué se Transmite?
- Lección Financiera

- 21 mar 2020
- 6 Min. de lectura
Todos estamos alcanzados por decisiones financieras en las distintas etapas de nuestra vida, aunque no siempre seamos conscientes de ello ni dispongamos de las herramientas adecuadas para abordarlas de manera sana y constructiva.
Es muy habitual que los niños desde pequeños estén expuestos a conversaciones sobre cuestiones financieras que se dan en la familia tanto en forma indirecta, por ejemplo cuando los adultos hablan entre sí frente a los menores, quienes escuchan, registran y perciben las palabras, gestos, expresiones, niveles de tensión, y demás aspectos de la comunicación; como también en forma directa mediante explicaciones, muchas veces limitadas, que los jóvenes pasan a asimilar de modo cuasi- dogmático, sin poder asignarles un sentido o coherencia asimilables a su ámbito.
Expresiones comunes como "No tenemos dinero para (el kiosco)", "No nos alcanza para (comer ahí)", "Esa (ropa) es muy cara", " No podemos comprar ese (juego)", entre otras, se suelen utilizar como si los pequeños tuvieran la capacidad de comprender el criterio aplicado y dimensionar su significado. Esto se torna aún más confuso cuando tras un breve período de insistencia, llanto, rebelión, o aún sin ninguna acción concreta por parte del menor, se procede a realizar la compra para la cual hacía pocos minutos no había recursos, o bien en el mismo contexto se realiza otra compra similar que contradice la premisa original "No tenemos dinero...", "No nos alcanza...", "Es muy caro..." , "No lo podemos comprar..."
También se pueden transmitir mensajes contradictorios cuando en el afán de complacer a los menores se tiende a concederles todo lo que desean, cuando lo desean, excediendo las posibilidades financieras de la familia, para luego tener que enfrentar privaciones que todos o algunos miembros deben asumir y que todos de alguna manera pueden percibir y sentir.
Asimismo, pretender satisfacer todos los deseos instantáneamente, aún sin tener que afrontar privaciones luego, puede crear la ilusión de que es una condición natural de la vida no tener que elegir ni priorizar qué es conveniente obtener, o cuándo hacerlo, minimizando así la noción de que existen momentos más oportunos que otros para realizar determinadas acciones.
Cuando los mensajes y conductas financieras de los adultos son acompañados por elementos observables como billetes, monedas, tarjetas de crédito, tarjetas de débito, tarjetas prepagas / recargables, dispositivos con códigos QR, pantallas de compras online, etc. que se utilizan naturalmente delante de los menores, sin que los mismos cuenten con un marco referencial para encuadrarlos en la situación, las posibles interpretaciones se pueden potenciar hasta los límites de la imaginación, sentando bases que pueden conducir hacia mayor desconocimiento y confusión, para convertirse a lo largo del tiempo en fuentes de ansiedad, frustración, desconcierto y malas decisiones.
No es necesario ser un profesional de las Finanzas o de la Economía para brindar a los jóvenes elementos y orientación sobre una sana administración de los recursos personales y familiares . Sí es fundamental mantener las conversaciones sobre finanzas en la familia con un grado pleno de conciencia, teniendo presente qué se transmite, a quién, cuándo, cómo y en dónde.
Tres sugerencias para desarrollar conversaciones sobre finanzas en familia son:
1. Elegir los momentos y los lugares para conversar sobre cuestiones financieras de la familia, seleccionando los temas y el nivel de complejidad en función de los interlocutores presentes.
Es recomendable garantizar un espacio independiente, seguro y cuidado, en el cual los menores sean incentivados a participar, a expresarse, a compartir sus opiniones, sus perspectivas, sus dudas, sus interpretaciones y sus inquietudes, para abordar los temas financieros en un marco adecuado, con un nivel de complejidad acorde, que facilite la comprensión, el acompañamiento, la orientación y el aprendizaje en el seno familiar.
Es aconsejable que las cuestiones que deben tratarse exclusivamente entre adultos, se desarrollen en un espacio sin menores. Si en determinadas situaciones es inevitable el desarrollo de este tipo de conversación frente a menores, es importante que los aspectos de la comunicación como el lenguaje, el tono, la tensión, etc. sean cuidados. También es preferible dejar claro que la cuestión tratada corresponde al ámbito de los adultos, que los elementos de esa situación puntual no deben ser asimilados ni trasladados al ámbito de los menores, ya que las características son diferentes, y que ellos disponen de un espacio propio para tratar los temas que quieran abordar.
2. Evitar negaciones limitantes y absolutas que producen emociones negativas y sensación de falta de control en relación al dinero y los recursos, como "No podemos...", "No tenemos...", "No nos alcanza...".
Se sugiere utilizar expresiones que admitan posibilidades y conduzcan a pensar, a elaborar decisiones, a planificar, a establecer metas, a considerar alternativas, a determinar prioridades, a desarrollar criterios propios, a elegir y a regular impulsos.
Por ejemplo "En este momento salimos a comprar comida para el almuerzo, en otro momento podemos ir al kiosco" , "Ese lugar que te gusta es muy bueno, por eso lo tenemos presente y seguramente podemos planificar para ir a comer ahí un día especial", "Esa ropa tiene un precio mayor al que teníamos previsto. Posiblemente se puede obtener por un precio menor en otro lugar o en otro momento, exploremos alternativas y decidamos" , " Si pudieras elegir un único regalo de cumpleaños, elegirías ese juego o algo diferente?", "Si no compramos esto ahora, qué pasaría?"
3. Estimular hábitos y conductas que promueven la autonomía y la responsabilidad financiera.
_ Un aspecto muy importante de la administración financiera es el auto-cuidado.
Poner a la persona y su bienestar como eje central de las decisiones financieras, implica el cuidado de uno mismo como condición primordial. Esto comprende la salud, la alimentación, el ejercicio, el estudio, el trabajo, el descanso, la recreación, el hogar, los vínculos, la espiritualidad, los bienes materiales y la estabilidad, entre otros elementos que influyen en la calidad de vida de una persona. Es fundamental incentivar la autonomía de manera que conlleve a desarrollar cada uno de los aspectos en forma sana y equilibrada, fomentando desde temprana edad conductas y hábitos financieros orientados a respaldar y sostener ese desarrollo.
Introducir en las conversaciones familiares consideraciones sobre cómo las decisiones financieras influyen en los distintos aspectos que promueven el bienestar personal es una iniciativa constructiva, que puede abarcar desde qué conviene comprar con el dinero para el recreo escolar, hasta la elección de una vivienda familiar.
_ Otro tema central en las Finanzas es la administración del riesgo.
El riesgo per se no tiene asociado un juicio de valor positivo o negativo. En cambio, se pretende evaluar objetivamente, identificando las posibles consecuencias de una decisión en diferentes escenarios, analizar las probabilidades de ocurrencia de cada situación en cada escenario, y estimar cuantitativamente un valor que refleje las probabilidades de dichas incidencias. Esto se traduce en un nivel de riesgo que se ubica en una escala de menor a mayor. Cada nivel de riesgo conlleva asociado la probabilidad de que se produzcan determinadas consecuencias, las cuales serán consideradas favorables si son las deseadas, o desfavorables si no son las deseadas. Es fundamental tener claro que cuando se decide asumir un nivel de riesgo, se decide también asumir las posibles consecuencias tanto favorables como desfavorables.
Las conversaciones sobre finanzas en familia pueden abordar la administración de los riesgos como un aprendizaje fundamental y útil para la vida. Comenzar desde temprana edad en un marco de contención familiar que facilite el desarrollo de la autonomía y de la responsabilidad con respecto a la toma de decisiones y la aceptación de las posibles consecuencias permite sentar bases sólidas para un desarrollo sano y consciente.
Una práctica que se puede introducir es el análisis conjunto de algunas decisiones, por ejemplo "Si compramos esto ahora, la probabilidad de que vayamos adquirir aquello este mes se reduce (a la mitad)" o "Si vamos a este lugar hoy, la probabilidad de que debamos esperar hasta la semana que viene para ir al otro lugar aumenta (al doble)".
_ Otro aspecto clave de las finanzas personales y familiares es la organización en la asignación de los recursos.
Es aconsejable introducir en las conversaciones sobre finanzas en familia los conceptos de ingreso, egreso, ahorro, gasto, inversión y financiación. Se pueden desarrollar prácticas a través de las cuales los menores aprendan sobre la organización y administración de los recursos. Por ejemplo recibir un ingreso simbólico durante un período de tiempo, debiendo asignar una proporción del ingreso a los ahorros, otra a los gastos, otra a las inversiones, y ocasionalmente obtener financiación, siempre en un marco de acompañamiento y orientación que promuevan la autonomía y la responsabilidad en la toma de decisiones.
También es recomendable incorporar nociones básicas sobre elementos que se utilizan en las finanzas a los cuales los menores están expuestos habitualmente, por ejemplo: qué es el dinero, de dónde proviene, cómo se obtiene, para qué sirve y cómo funciona una tarjeta de crédito, una tarjeta de débito, una tarjeta recargable, un cajero automático, que implica el precio y el valor de un bien o servicio; que es una factura, en qué consiste una operación o compra online, y demás instrumentos que se suelen utilizar naturalmente delante de los menores, los cuales que al ser observados por los mismos sin un marco referencial pueden producir cierta perplejidad y confusión (como el artefacto de la pared que "escupe" billetes, el cuadrado de plástico que permite comprar "todo" lo que queremos hasta el infinito, etc.)
Conclusión
Es fundamental tomar conciencia de que en los intercambios familiares todo el tiempo se transmiten y se reciben mensajes, ya sea en forma deliberada y dirigida o no. Las conversaciones y la exposición a temas sobre las finanzas familiares se desarrollan con una frecuencia y en una variedad de escenarios, en los cuales muchas veces no se tiene en cuenta a todos los integrantes que están presentes, sin embargo los mensajes fluyen igual.
Elegir qué se desea transmitir en cuestiones de finanzas familiares requiere de la decisión y de la puesta en práctica, principalmente por parte de los adultos. Los beneficios alcanzan a todos, y es recomendable comenzar cuanto antes, aunque sea en forma gradual.




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